Spiderman en Broadway

Spiderman es el héroe insignia de Marvel, nunca he entendido por qué: es un personaje débil, plano y hasta ridículo, sobre todo cuando hace eso con la mano para activar los lanzarredes que tiene en el puño.

Imagínense lo vulgar que es que ni siquiera llegó a picarle una araña exótica, sino que lo hizo una arañita común. Pero, ¿qué más se puede pedir a un héroe cuyo enemigo principal se llama Duende Verde?

Desde luego, acción no.

Líos amorosos, sentimientos profundos y conflictos emocionales. Y, ¿qué mejor forma de expresarlos que cantando? Sí, señores: pronto veremos al hombre araña bailando y cantando en Broadway. Y todavía hay más: el responsable de musicar el culebrón Spiderman será U2. Ya veo la coreografía, seguro que Spidey ha aprendido los pasos de Spiderwoman.

También me imagino el dúo entre Peter Parker y Mary Jane: una canción romántica bajo la luz de la luna, en alguna azotea.

Barbie y Ken Parker.

Otra Barbie que ya tiene musical es Elle Woods, la letrada más fashion que jamás haya existido: el musical de Legally Blonde se estrenó el pasado 3 de abril en Broadway.

Para Elle, los casos están cantados.

Snacks japoneses

Últimamente, no posteo con la misma frecuencia que antes, así que he pensado en ofrecerles un pequeño piscolabis para hacer las pausas más amenas y llevaderas (para que vean que, a pesar de todo, les tengo en mente). Estoy segura de que les va a encantar: se trata de una recopilación que han hecho en PinkMag de snacks japoneses con envoltorios decorados con muñequitos de todo tipo. ¡Algunos son una auténtica monada!

El bollito de Heidi no podía faltar. No sé de qué será pero seguro que está riquísimo.

A juzgar por cómo se relame, seguro que el snack de Peko también está riquísimo. Por cierto, ¿no les recuerda a la niña de las pipas Churruca? Doraemon es un gourmet, en la serie siempre está comiendo pastelitos, así que lo que quiera que sea lo que anuncia seguro que también está bueno. En cambio, esos simpáticos ninja tienen una forma sospechosamente parecida a la de los rábanos y, la verdad, un dulce a base de rábano… creo que no. Aunque nunca se sabe, es cuestión de probar.

Para probar y poder ver el resto, vayan aquí.

Yes, I'm a witch

No sé mucho sobre Yoko Ono. Sé que pasó una buena temporada en la cama con John Lennon, sin estar enferma, y que la culpan por la separación de los Beatles. ¿La culpan? ¡Deberían estarle agradecidos! La Humanidad no hubiese aguantado más Beatles. No puedo evitarlo, cuando me bombardean constantemente con algo, lo aborrezco, así que entenderán por qué no sé mucho sobre Yoko, ni tampoco sobre los Beatles: nunca me han interesado. Además, tengo a Nikochan, que se interesa lo suficiente por los dos. Él me ha contado que Yoko (de profesión: artista) expuso las gafas que llevaba “Joooohn!” cuando lo asesinaron, delante de su casa. Manchadas con su sangre, claro. Esto es postmodernismo estético puro. Pero no vamos a hablar de la faceta plástica de Yoko, sino de su actividad musical que, recientemente, se ha visto impulsada por la publicación de un nuevo disco.

Según tengo entendido, Yes, I’m a witch, es un refrito de canciones que ya existían, retocadas para dar un resultado que, francamente, me ha sorprendido muy positivamente. Si quieren sorprenderse ustedes también, les dejo una pieza del álbum en cuestión: Kiss, kiss, kiss. No sean prejuiciosos, Yoko Ono no es tan bruja como parece.

Vale… y los Beatles no están mal, lo reconozco.