Hace mucho tiempo que no actualizaba el blog, casi tanto como que no visitaba al dentista. Y claro, como comprenderán, ha sido una tragedia: caries, calcificaciones, sarro... Vamos, que mis dientes tenían
vida propia. Pero he aprendido la lección. A partir de ahora los voy a cuidar y a mimar como si fueran mi bien más preciado:
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