Cosa Fina

28 marzo 2007

Poiret y el art déco

Paul Poiret nació en Paris a finales del siglo XIX. Su talento como dibujante lo llevó a trabajar para el famoso modisto Jacques Doucet y, posteriormente, en la casa Worth. Allí, aprendió las técnicas de confección y, en 1903, decidió lanzar su propia firma. Tres años más tarde, era indiscutiblemente “el rey de la moda”, tal y como él se autoproclamaba, y también el rey de las noches y fiestas parisinas.

Poiret suprimió el corsé, apostando por una forma más natural del cuerpo femenino a través de vestidos rectos y de cintura alta.

Para sus creaciones, escogía tejidos de colores fuertes y atrevidos, con generosos y exóticos adornos. Sin embargo, tras la primera Guerra Mundial, sus extravagantes diseños fueron perdiendo interés para la sociedad parisina, que acabó dando la espalda a este diseñador. Poiret y su sello de marca, el turbante de inspiración oriental, que esta temporada vuelve a estar de moda de la mano de Prada, cayeron en el olvido.

De Paul Poiret a Miuccia Prada.

Poiret fue el primer diseñador que utilizó un catálogo de modas para mostrar sus creaciones individualmente. En 1908, encargó al dibujante Paul Iribe la ilustración de “Les robes de Paul Poiret”, una publicación de carácter promocional con sus propuestas.

Paul Iribe trabajó posteriormente para otros diseñadores con mejor estrella que Poiret, como Coco Chanel o Jeanne Lanvin. Un momento de esplendor para la moda, la joyería y las artes decorativas en general, que culminaría con la aparición del Art Déco.

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26 marzo 2007

Foto Fina XXXI

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17 marzo 2007

Sister Suffragette

La polémica suscitada por el anuncio de Dolce & Gabbana que, finalmente, ha sido retirado de las vallas publicitarias y publicaciones de todo el mundo, me ha hecho pensar en esta escena de Mary Poppins:

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12 marzo 2007

Consolas y agujetas

De acuerdo, la Wii está bien, pero ¿todavía creen ustedes que ha revolucionado la jugabilidad y que es un nuevo concepto de consola? Sus juegos vician hasta ocasionar agujetas, sí, pero ni el vicio ni el agotamiento derivado de él son cosa nueva. ¿Es que nadie recuerda la alfombra que sacó Sony para la primera PlayStation?

Y la interactividad no se quedó ahí. Además del dance mat, Sony ha lanzado micros para cantar, guitarras para tocar y el mando Buzz! para simular los concursos de la tele, por no mencionar los típicos volantes para los juegos de coches que, con la Wii, uno debe fabricarse de forma casera.

Tener la PS2 es como tener un salón recreativo en casa y en una misma y única consola. ¿Se imaginan que Sony hubiese sacado una maquinita nueva para cada accesorio? Porque la Wii, señores, es básicamente eso: la GameCube con un mando nuevo al que han incorporado sensores de movimiento. Para desplazarse, basta con mover la mano de un lado a otro. Además, el mando puede usarse como espada, como bate o como pistola, blandiéndolo y apuntando a la pantalla. Todo eso está muy bien pero ¿y el EyeToy?

Parece que nadie se acuerda de esa camarita que se conecta a la PS2 y que permite dar órdenes a la consola con la voz, tomar una imagen nuestra e introducirla en el juego y, sobre todo, jugar sin mando, moviendo no sólo los brazos, sino todo el cuerpo.
Eso sí debe dar agujetas.
Curiosamente, uno de los juegos que ofrece este periférico es el EyeToy Kinetic, un entrenador personal para ponernos en forma sin sufrir tirones ni agujetas. Para los más atrevidos, existe una versión para aprender y practicar artes marciales. Y la historia no termina aquí: la PS3 está a punto de salir en España y con ella llegarán nuevas y mejoradas aplicaciones del EyeToy aunque, por el momento, tampoco debemos dejarnos deslumbrar por ellas. Al fin y al cabo, ¿qué diferencia hay entre el EyeToy Kinetic y un vídeo de fitness de Cindy Crawford?

Los juegos interactivos son tan viejos como el VHS. Todavía recuerdo esas palas de ping pong inalámbricas que anunciaban en el catálogo de Venca que recibían mis tíos. ¡Unas palas que permitían jugar al ping pong en la tele! Cada vez que iba a su casa, me las miraba y pensaba que, cuando fuese mayor y tuviese suficiente dinero, me las compraría.

Ahora, he descubierto que no sólo existe un juego plug and play de tenis de mesa para la televisión, sino muchos más: de matar marcianitos, de disparar, de bailar, etc. Sin embargo, ya no quiero comprarme ninguno. Lo que quiero realmente es la PS3.

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09 marzo 2007

Mis memeces

Este es mi tercer meme. Me lo manda Krisish desde su blog, que escribe junto a Jacarma. Dos personas me proponen el que será mi tercer meme, en el que debo contar seis de mis manías o rarezas. ¿No les parece curioso? Seis es el resultado de multiplicar dos por tres: dos bloggers, tres memes y seis preguntas. Esta podría ser la primera manía o rareza de mi lista: me encanta buscar un orden lógico, especialmente numérico, a las cosas, aunque no tengan ninguna relación entre ellas. Cuando voy por la calle, por ejemplo, cuento el número de coches aparcados en mi camino y luego lo multiplico por 4, para saber con cuántas ruedas me he cruzado. Siempre sumo los dígitos de los números hasta quedarme con uno de una sola cifra. Tampoco puedo evitar contar los escalones para, después, dividirlos entre los pisos que he subido y cosas por el estilo. Creo que, por este motivo, me ha viciado tanto Brain Training.

¿Y dónde mejor que en el autobús para disfrutar de Brain Training? Otra rareza o manía que tengo es mi predilección por el bus. Si puedo evitar el metro, lo hago. Esto significa salir media hora antes que yendo en metro y estar una hora parado en un atasco, pero me encanta y, sobre todo, me relaja. Me relaja hasta tal punto que, al final, no puedo ni jugar a la DS, ni leer, ni escuchar música, sólo quedarme embobada, mirando por la ventana.
También me quedo embobada mirando los críos, y no por el instinto maternal del que tanto se habla. De hecho, a mí los niños me inspiran de todo menos ternura. Supongo que esto también puede considerarse una rareza mía (y ya llevamos tres).

¿La cuarta? Pues tengo que tener un pack de Coca cola light en mi nevera, siempre. Y, además, otros tantos en la despensa, por si acaso. No quiero saber qué haría si me quedase sin coca. Ustedes tampoco, créanme, porque puedo llegar a ponerme muy violenta. Con los ruidos, por ejemplo, me altero muchísimo. Otra rareza. Los gritos, los sonidos estridentes, las alarmas, los chillidos, el volumen elevado y los ruidos en general me crispan, me enervan y me ponen agresiva.
Por último, debo confesar que, cuando voy a un restaurante o a un bar, tengo que ir siempre al mismo baño. Si es la primera vez que estoy en el recinto, escojo uno al azar pero, a partir de entonces, siempre iré a ese, a no ser que esté ocupado, claro.
Y, ahora, como lo prometido es deuda, le paso el meme al Sr. Palangre. También se lo paso a su pareja, la Srta. Carcoma y, para seguir haciendo parejas, a Jacarma porque no puede ser que Krisish nos confiese sus manías y él no. Me faltan dos invitaciones que serán para Wonder Woman y para Kahlo, que ya me ha pasado dos memes pero yo a ella ninguno.

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04 marzo 2007

Foto Fina XXX

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