Crafty graffiti, el nuevo vandalismo
La verdad es que no entiendo demasiado el razonamiento del que arrancaba los carteles: si tanto le molestaba que hubiese notas colgadas de la pared, ¿por qué puso una él? Esto es como los relativistas, que sostienen que todo es relativo, pero pretenden que esta, su máxima, sea universal. Supongo que el pobre hombre sólo quería proteger las paredes de su hogar de los actos vandálicos como los grafitti o los anuncios de “Se alquila”. Lo entiendo. ¿Quién quiere pintadas en su casa? ¡Con lo démodées que están! Ahora, lo que se estila son los crafty graffiti.
Kit básico para el crafty graffiti.
Para practicar la nueva forma de vandalismo urbano se requieren tijeras, varios ovillos de lana de distintos colores, agujas de diverso grosor, un poco de maña y... ¡a la calle!
Esta práctica consiste en “decorar” el material urbano con elementos tejidos a mano.
Paredes, farolas, bancos, árboles… nada ni nadie se escapa a la calceta.
Los Lametones de Amor han practicado, sin saberlo, el crafty graffiti de forma digital.
Esta práctica ha llegado a tal extremo que ni las verjas se salvan de ser tejidas:
¿Adónde nos llevará esta falta de civismo y de respeto por lo público? ¿Logrará mi vecino alquilar su plaza de parking?