Cosa Fina

29 junio 2006

Mis series favoritas

Kahlo me ha pasado un meme televisivo. Voy a hacer como ella y limitarme a enumerar 6 series porque, si no, no acabaríamos nunca. Supongo que, por coherencia con este blog y conmigo misma, las que deben encabezar la lista son Heidi y Sexo en Nueva York pero, como considero que resulta evidente, las omitiré para tener más puestos que rellenar (esto de escoger es muy difícil).

Buffy, cazavampiros. La obra maestra de Joss Whedon que, con un toque humorístico muy particular, reinventó el género del horror fantástico para adolescentes. ¿Cómo no iba a mencionarla? ¡Si hasta tiene su propio episodio musical! Recomiendo, especialmente, la 3ª y 5ª temporada.
Utena, la chica revolucionaria. Otra chica guerrera, al estilo japonés. La verdad es que, aunque la idea no está mal, este Shōjo acaba degenerando en un sinsentido, así que podría haber citado otras obras, sin duda mejores, como Ranma ½ y Lamu, de Rumiko Takahashi, o hasta Sailor Moon y, más genéricamente, los míticos mangas de Akira Toriyama: Dr. Slump y Dragon Ball ya que todos ellos marcaron mi infancia y parte de la adolescencia. Sin embargo, he escogido Utena porque tiene unos capítulos absolutamente insuperables: los protagonizados por Nanami, una chica repelente y algo gafada que está dispuesta a todo por llamar la atención de su amado hermano.

Doraemon. Siguiendo con el rollo japonés, debo mencionar las aventuras del gato cósmico y su inútil anfitrión Nobita. La fórmula es repetitiva y hasta cansina pero ¡cómo engancha! Debe ser por la mirada de Shizuka que, siempre clavada en el infinito, acaba hipnotizando al espectador.

Para terminar con los dibujitos: Ángela Anaconda (aunque, técnicamente, no son dibujitos). Una serie canadiense muy divertida.

Bonanza. Me encanta. Siempre he deseado tener un abuelo como Ben Cartwright, tan justo y recto. Da la impresión de que no está de parte del Bien, sino que es el Bien quien está de su lado. La serie fue emitida originalmente por la NBC, de 1959 a 1973.
Y, last but not least, Frasier, la mejor sitcom de la historia. Aunque, para ser sincera, no he podido verla al completo (¡son once temporadas!) pero estamos en ello. Otra serie protagonizada por un psiquiatra que es digna de mención es Dr. Katz, sencillamente genial.
Paso el testigo a Kikita Tutankhamon, Surlaw, La Wonder y .

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Mariconadas japonesas

Uno de los mejores videojuegos de la historia es, sin duda, Parappa the rapper con buenas y divertidas canciones y, sobre todo, unos personajillos que enamoran. Y es que los japoneses son los reyes a la hora de diseñar monigotes y mariconadas por el estilo. Yo me he enamorado de los Tamagotchis para Nintendo DS y me muero por poder lavarles los dientes.

También espero poder acariciar algún día un Ochaken, un perrito con hojas de té por orejas (la versión de los Nintendogs desarrollada por Sega).

Y, por último, quiero ponerme a cocinar platos japoneses que no sé ni pronunciar.

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27 junio 2006

Mini monos

En 1930, las mujeres iban a la playa así:

Y, ahora, van así por la calle. El traje de baño de nuestras abuelas invadió las pasarelas Primavera-Verano 2006 de todo el mundo. En París, Chanel:

En Londres, Emma Cook:

Miu Miu, en Milán:

Y, en Nueva York, Lacoste:

Y Marc by Marc Jacobs:

Es la prenda estrella de este verano, como ya saben algunas. Sin embargo, no es nada nuevo. En 1990, Jean-Paul Gautier diseñaba este (horrible) mono corto:

Y, en esa misma década, Cindy Crawford salía a comprar el pan de esta guisa:

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26 junio 2006

Foto Fina XII

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25 junio 2006

Aaron Spelling in memoriam

Aaron Spelling falleció anteayer, 23 de junio, en su mansión de Los Ángeles. Tenía 83 años, más de 3000 horas producidas para televisión y una cantidad obscena de dólares. Esto último suele ocurrir cuando eres un visionario del mundo televisivo, como ha sido este hombre, siempre al tanto de lo que podía interesar al público. Durante cuatro décadas, apostó por las series más variopintas y exitosas de la televisión, de las que cabe destacar Starsky y Hurch, Los ángeles de Charlie, Vacaciones en el mar, Dinastía, Sensación de vivir, Melrose Place y, más recientemente, Siete en el paraíso y Embrujadas. Así, Aaron Spelling pasará a la historia por sus más de 200 series producidas. O por la manía de colar a su hija en ellas.

Tori Spelling (que no puedo evitar relacionar con la polémica Paris Hilton) debe estar desolada por la pérdida de su padre (y empleador) que, sepan como curiosidad, era licenciado en Filosofía como los esponjiformes.

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23 junio 2006

La pierna invasora

Este es, como saben, un blog fino. La fealdad, por lo tanto, se aleja de su línea editorial. Así que créanme cuando les digo que me he visto obligada a postear la imagen que sigue. Se trata, probablemente, de la foto más desagradable del blog. Quedan ustedes avisados.

Me parece muy bien que la gente se alegre de las desgracias de su vecino y que busque fallos a las superestrellas para sentirse mejor. Me encanta, particularmente, el razonamiento “los famosos tienen defectos, luego son seres humanos” como si el poseer defectos fuese un rasgo definitorio de la condición humana. En todo caso, esta muchacha tendrá muchos fallos pero el tener una pierna celulítica no está entre ellos. Mi tesis (que creía evidente) es la siguiente: aquí hay una pierna que está de más. Consulté a varios especialistas en Photoshop y retoque de imágenes para que corroboraran mi postura pero no fue así. “No se ve retocado”, me dijeron. Por este motivo me he visto obligada a postear esta horrible foto en el blog. Quiero que ustedes la vean y juzguen. Y vean que está retocada (¡por Dios, si es evidente!) Creo que mi error fue consultar a la faceta profesional de esas personas, en lugar de apelar a su sentido común: me da igual que el engaño esté llevado con gran maestría, lo que digo es que es (físicamente) imposible que una persona que tenga esa pierna derecha, sea también la propietaria de esa pierna izquierda.
Lo que no entiendo es por qué alguien se habrá tomado la molestia de retocar la foto si con la cara que pone la pobre muchacha ya bastaba para burlarse de ella.

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22 junio 2006

La Cenicienta cadáver

Tim Burton puede gustarles o no como cineasta pero lo que está claro es que es un inepto a la hora de arreglarse. Tampoco su mujer, Helena Bonham Carter, destaca por su gusto. Vean, si no, con qué pintas se presentaron al Festival de Cannes este año:

Aquí la señorita en el Festival de Venecia del 2005, llegando a la première de La Novia Cadáver:

Hay que reconocer que la pobre lo intenta, pero no lo consigue. Y es que, aunque la mona se vista de seda… De hecho, su empeño por ir a la moda es tal que, recientemente, lanzó su propia marca junto con la diseñadora de ropa de baño Samantha Sage. El resultado: Pantaloonies, de venta exclusiva en Harrods por una pasta (aunque parte del beneficio se destina a UNICEF). Como no podía ser de otro modo, ella misma es la imagen de la firma. ¡Horror! Sin embargo, entre las fotos del catálogo, encontramos esta:

Se preguntaran qué tiene de especial. Pues bien, cuando la vi no pude evitar pensar en esto:

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20 junio 2006

Cabragirl

De pequeña me llevaron al zoo. Había una atracción para niños que consistía en entrar en un cercado lleno de animales aparentemente dulces e inofensivos. Podías jugar y torturar impunemente a conejos, patos, ovejas… Permítanme, sin embargo, un consejo: no entren nunca en un sitio así con un vestidito de flores verde y rosa.

No había puesto todavía un pie dentro y una cabra loca se abalanzó sobre mí y empezó a morderme. No sé si llegan a imaginarse el alcance que podría haber tenido este suceso pero les recuerdo que Peter Parker se convirtió en Spiderman por un simple mordisquito de una araña común. Claro que la arañita había estado expuesta a un haz de partículas procedente de un acelerador que le produjo una radiación masiva. Y es que la radiación es cosa mala. Miren, si no, lo que les ocurrió a Bruce Banner o a Benjamin Grimm. Si en el preciso momento en que la cabra me atacaba, a alguien se le hubiese ocurrido encender una radio, podría haberme convertido en algo así como la versión femenina de esto. Nunca me ha gustado el zoo. Es sucio, triste y peligroso. Los animales merecen algo mejor:

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18 junio 2006

Foto Fina XI

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16 junio 2006

Adrian Johnson

No se pierdan el resto de la obra de este ilustrador británico. ¡Una monada!

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15 junio 2006

Arte

Antes de dejar su trabajo para dedicarse a la recaudación de fondos para el hospital de su primer marido, Charlotte York regentaba una galería de arte en Manhattan. A lo largo de la serie, pues, asistimos a varias exposiciones de arte contemporáneo que, como es de esperar, darán mucho juego a las protagonistas. Sin ir más lejos, Carrie conoce al hombre por el que también dejará su empleo en una galería: Aleksandr Pretovsky que, además, resulta ser artista.

También Samantha liga en una ocasión con una artista: en “Momentos definitorios” (Defining Moments) la más abierta de las cuatro amigas iniciará una relación con María, una pintora brasileña que expone en la galería de Charlotte. En “El poder del sexo femenino” (The Power of Female Sex) Charlotte consigue, a condición de posar para él, exponer el último trabajo del pintor Morgan Neville, una representación de la verdadera esencia de la vida: el coño.

Las cuatro amigas ante el coño de Charlotte.

Esta no es la única ocasión en que Charlotte hace de modelo para un artista que expone en su galería. En “Chico, chica, chico, chica…” (Boy, girl, boy, girl…), posará travestida para la serie Reinonas del fotógrafo Baird Johnson.

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12 junio 2006

Cuando el cine se tiñe de rubio

Las películas para adolescentes son (hablando claro) una mierda. Títulos como A todo gas, Sé lo que hicisteis el último verano o Colega, ¿dónde está mi coche? resultan infumables. La cosa se agrava cuando el público potencial es el femenino ya que se añade al pastel un elemento pánfilo-romántico que suele provocar vergüenza ajena (véase Nunca me han besado, Diez razones para odiarte o Crossroads). Entre toda esta basura, aparecen de vez en cuando pequeñas joyas que, sin embargo, son repudiadas por pertenecer al género al que pertenecen: todo el mundo se apresura a decir que Eraserhead es una obra maestra, pero nadie reconocerá lo mismo de una película de instituto americano (aunque existan más razones para hacerlo). Desde aquí queremos, pues, reivindicar el valor de estas perlas del cine moderno.

Las películas de instituto americano son un subgénero del cine para adolescentes que se desarrollan, como su nombre indica, en el contexto escolar. Una protoversión de este género lo constituye la película Grease, de 1978, que sólo por ser musical ya vale la pena. Son fácilmente reconocibles porque, aparte del instituto, aparecen otros elementos distintivos como el típico autobús amarillo, la animadora-mala puta y su novio atlético-quemado, el baile de graduación, la fiesta cervecera en casa del pringado de turno cuyos padres se han largado el fin de semana o la hoguera en la playa con esos pinchitos de algodón blanco que sólo los americanos saben qué son. Se trata, pues, de películas costumbristas, aunque algo exageradas para aumentar su comicidad. En general, estas películas son tan malas como todas las películas para adolescentes pero algunas llevan la sátira hasta la genialidad. Es el caso de Fuera de onda (1995), el equivalente en cine de instituto americano a El Gran Lebowski.

El cartel de Fuera de Onda es del prestigioso fotógrafo David Lachapelle.

Fuera de onda está inspirada en una obra de Jane Austen que se adaptó también en su versión de época: Emma, con Gwyneth Paltrow. Jane Austen es una autora inglesa del siglo XIX reconocida por las películas sensibleras y soporíferas que derivan de sus libros, la más reciente, estrenada en febrero de este año, es Orgullo y prejuicio. Pueden imaginarse la versión actualizada y americana de la alta sociedad georgiana: pijos y niñatas de Berverly Hills. Así pues, tenemos un instituto infestado de teléfonos móviles (les recuerdo que hace diez años sólo unos pocos podían permitirse uno, y lo de “móvil” era discutible), coches y vestidos de lujo, y chicas excusadas de la clase de gimnasia con una nota de su médico (el cirujano plástico). Este es el ambiente en que se desarrolla la hilarante historia (amorosa –es Austen al fin y al cabo–) de Cher, una adolescente que prefiere morir en un atraco a mano armada antes que estirarse en el suelo con su vestido nuevo. Les recomiendo fervientemente que vean la película y, para que vayan abriendo boca, les reproduzco un pequeño diálogo:

Cher va a salir de fiesta con un mini vestido.
Su padre: ¿Qué llevas puesto?
Cher: Un vestido.
Su padre: ¿Quién lo dice?
Cher: Calvin Klein.

Otra maravilla del cine de instituto americano es A por todas (2000) aunque, hablando con propiedad, se trata de una variación del género puesto que la película se centra en un aspecto concreto de la vida estudiantil: la animación. La animación de animadoras, o sea, rubias, pompones, faldas cortas, consignas y el distintivo de la película: dedos espirituales. Esto son los dedos espirituales:

Para terminar, voy a hablarles de otra variación de este género. Una rubia muy legal (2001) es una película para adolescentes aunque no es propiamente cine de instituto americano porque empieza al terminar el curso. Elle Woods es (otra vez) una pija californiana que ingresa en Harvard para estudiar derecho. Nos mantenemos, pues, en el ambiente académico pero a un nivel más elevado, aunque la protagonista se esfuerza en hacérnoslo olvidar. La importancia del pelo es tal en esta película que no sólo es la clave para resolver el primer juicio de la protagonista, sino que en los extras hay un instructivo reportaje sobre los distintos tonos de rubio.

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08 junio 2006

A hilo y a lana

Cuando dos andróginos se juntan ocurre esto:




El reportaje es de Nick Knight, un prestigioso fotógrafo de moda responsable de las campañas publicitarias de Dior y de carátulas para músicos como Massive Attack o Björk (mire, Liatrix, ya he hablado de Björk en mi blog, estará usted contenta).

Moss y Bowie volvieron a juntarse de la mano de Ellen von Unwerth para la revista Q (cliquen en la imagen para ver el reportaje completo).

Para ambientarse, pueden escuchar cualquiera de estos clips.

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06 junio 2006

Vogue cover archive

Portadas del Vogue británico desde su lanzamiento en 1916 hasta la actualidad.

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05 junio 2006

Vogue

En “Una 'Vogue' idea” (A ‘Vogue’ Idea), Carrie escribe un artículo sobre bolsos y hombres para Vogue, su Biblia. No en vano guarda en su casa números pasados de la revista en sus ediciones americana, inglesa y australiana.

Este capítulo, ideado también por Allan Heinberg, es uno de mis favoritos no sólo porque, por una vez, vemos madrugar a la protagonista para ir a ganarse el pan (o los zapatos), sino porque es la clase de trabajo que todos desearíamos: tomar cócteles y hurgar en un armario tan grande como un almacén. Todo esto cobrando una pasta, claro.

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03 junio 2006

Foto Fina X

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01 junio 2006

Niñatas


En "Niños bien a la última" (Hot child in the city), Jenny Bryer contrata los servicios de Samantha Jones para que organice su fiesta del Bat Mitzvah, la celebración de entrada a la edad madura. Esto es, en el caso de los judíos, a los trece años. O sea que Jenny Bryer es una chiquilla de trece años que puede permitirse emplear a una agencia para que prepare su fiesta: el mejor local, alfombra roja, los cantantes de moda y cientos de invitados. Sin límite de presupuesto. Esta niña y sus amigas son una versión en miniatura de las protagonistas de la serie: van vestidas de marca, recién peinadas y maquilladas, practican el sexo y se mueven por los locales más exclusivos de la ciudad.

Por increíble que les parezca, este episodio (escrito por Allan Heinberg) retrata una realidad que ejemplifica Cory Kennedy, una quinceañera californiana que tiene a media fashionsfera alucinada por su estilo y sus farras.

Cory es la primera por la derecha.

Actualización

Ahí va un video de Cory que he encontrado en Youtube:

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